Saturday, October 24, 2015

Oración a San Benito Abad para alejar influencias Demoníacas y a personas bajo esos influjos




OH, Dios que al beatísimo confesor San Benito enriqueciste con el espíritu de todos los justos, concédenos a todos los que recordamos su memoria que, llenos del mismo espíritu, cumplamos con fidelidad lo que te prometimos en el bautismo, y con la poderosa intercesión del Santo

 Patriarca San Benito, me vea liberado siempre de toda influencia diabólica, envidias, traiciones y maldades, y también de malos pensamientos y tentaciones. Por Cristo Nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Amen.

Suscríbete aqui para recibir a Diario nuestras actualizaciones directamente en tu Correo
 
Alojado en egrupos.net

Monday, October 19, 2015

La vida en bienestar ... Porque todos deseamos ser felices



Todos queremos ser felices y vivir una vida cómoda, sin problemas y en paz, pero, por nuestra experiencia, sabemos que no es así. La vida es complicada y nos presenta más dolores que alegrías. Sufrimos soledades, incomprensiones, enfermedades, locuras y desenfrenos; mentiras, infidelidades, explotaciones, dictaduras, caprichos, opresiones, sometimientos, egoísmos, violencias...etc., y supongo que más cosas.

También pasamos momentos felices, pero puestos en la balanza creo que ganarían los dolores y sufrimientos, a los buenos ratos y felicidades. Sin embargo, lo que buscamos son los segundos, y en eso pasamos empeñados toda nuestra vida. Se hace necesario esclarecer a donde vamos y que pretendemos porque en esa medida encontraremos y soportaremos mejor nuestro camino y sabremos donde está nuestra meta.

Si nos fijamos, los creyentes, todos los que se han empeñado en seguir a JESÚS, han pasado y vivido un camino martirial. Sus vidas están llenas de adversidades, fracasos, soledades, rechazos, sufrimientos, dolores, trabajos... Sus vidas están llenas de cruces. Y, si tratamos de entender, es lo natural y normal, porque al que siguen vivió un vida de Cruz, y terminó en la Cruz.

Por tanto, la primera señal es que seguir a JESÚS no es vivir una vida de bienestar, sino todo lo contrario. Es una vida de Cruz y de entrega y servicio a los demás. Incluso a aquellos que nos fastidian y nos hacen sufrir. Para un creyente, claro debe tener, su calidad de vida está en la calidad de cruces que esté dispuesto a asumir, sobre todo la Cruz del amor sin condiciones hasta el punto de dar su vida si es preciso.

No buscó JESÚS una vida de bienestar, sino que se preocupó por alcanzar el bien de todos los demás. Porque para que todos, y en ese todos está la clave, alcancen el bienestar, es preciso que tú y yo nos preocupemos porque eso ocurra. Y mientras nos empeñamos en loable tarea, pasaremos nuestra vida atado a la cruz que nos ha tocado vivir. Esa constante lucha por vencernos a nosotros mismos es la batalla que debemos librar cada día, y para vencer necesitamos estar agarrado a la Cruz Verdadera en la murió XTO.JESÚS.

Pero, ocurre, que negándonos a nosotros mismos, por amor a los demás, encontramos, sería imposible de otra forma y por otros caminos, lo que tanto buscamos: "El estado del bienestar y la felicidad eterna". Es la paradoja de la vida. No está la felicidad en conseguir las cosas de aquí abajo pensando que ellas nos darán lo que buscamos, sino en negarnos a nosotros para darnos a los demás por amor. He ahí la clave y el secreto.

Pero intentarlo sólo sería imposible y disparatado. Sólo con JESÚS y en ÉL podemos alcanzarlo. Es eso lo que han hecho todos los que veneramos y nos sirven de referencia con minúscula: "Caminar al lado de JESÚS de Nazaret". En ÉL podemos luchar contra nuestras propias adversidades, soledades, incomprensiones, infidelidades, enfermedad... Su yugo es suave y su carga ligera.

Nunca equivocarnos que en vivir bien y en bienestar y comodidades, pensando en nosotros sin mirar para los demás, es la respuesta a lo que buscamos y queremos. Ese camino es el camino de la puerta ancha, del error y la perdición. Tratemos de elegir el estrecho, la puerta por la que costará entrar, pero donde, detrás, está el Tesoro que buscamos.

Cuál es el significado de la Cruz




La mayoría de las veces nos molestamos cuando las cosas se nos ponen feas. A veces coinciden muchas cosas en el tiempo que nos exigen estar disponibles y nos molesta y nos ponen los nervios de punta. Incluso nos negamos y resistimos a estar disponibles y servir. Es el momento de preguntarnos, pero, ¿qué es la cruz?

Hoy, concretamente, después de una semana atareada que casi no te dejan descansar, y llamo descanso tomarte un pequeño tiempo para ti, me suena el teléfono y me piden recoger mañana a una persona que regresa a su casa después de cumplir con la condena. Tengo que recogerlo en la cárcel a las 09,15 horas, y acercarlo a la estación de autobuses para trasladarse por barco a Fuerteventura.

Mi primera e instintiva reacción fue molestarme interiormente. Ahora que podía descansar, solicitan mi colaboración. ¿No hay otro que lo pueda hacer? Pero, inmediatamente y al instante comprendí que yo era el solicitado y el llamado, ¡sabe Dios para qué!, a realizar esa misión y servicio. 

¿No estamos deseando tomar nuestra cruz? ¿O lo decimos porque suena bien y para que nos oigan? Pues estas son las cruces que tanto pedimos o decimos de cargar. Ésta es la oportunidad de tomarla y cargarla en tu espalda y ofrecérsela al Señor. Cargarla con gusto y por amor.

Sí, Dios mío, a pesar de  que me duele e incómoda, mañana tomaré esa pequeña cruz para servirte en ese prójimo que termina su calvario de cautividad y sale a la libertad. Dame la Gracia de hacerlo por amor y por servicio, y de poner todo lo que esté de mi parte para servirle con amabilidad y eficacia. Y pon en mí, Espíritu Santo, las palabras precisas para, en tu Nombre, servirle de luz y contacto contigo. En tus Manos, Señor, pongo todo mi esfuerzo y voluntad.

Oración que significa, cómo nace y para qué sirve


A través de la Biblia vemos claramente que orar es hablar con Dios. Cuando oramos abrimos nuestro corazón a Dios para contarle cómo nos sentimos. En Mateo 6:5-8, Jesús habla sobre la oración y dice:

Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. Y al orar, no hablen solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.

Aquí vemos que la oración es entre nosotros y Dios, no para impresionar a los demás. Nuestro corazón no tiene la actitud correcta si lo que buscamos es que los demás nos vean y admiren nuestras palabras. Al orar, nuestro deseo más grande debe ser pasar tiempo con Dios y hablarle desde lo más profundo de nuestro corazón.

Es cierto que nuestro Padre sabe de antemano lo que necesitamos, pero como a todo buen padre, a él le encanta escuchar la voz de sus hijos. Vemos así que el énfasis de la oración debe ser fortalecer nuestra relación con Dios, acercarnos a él, pasar tiempo en su presencia y compartir con él lo que ocupa nuestro corazón. Oramos porque nuestra relación con Dios es importante y vital.